
Aguas Termal Cosalá
El agua de TERMAL COSALÁ tiene como origen un manantial natural por el que brota agua caliente durante todo el año y cuya temperatura es superior a la atmosférica por provenir del subsuelo.
Estas aguas contienen diversas sustancias minerales a las que desde siglos inmemorables se les atribuyen propiedades medicinales.
Según cuentan antiguas leyendas, las propiedades medicinales de las aguas termales fueron descubiertas por animales como los osos, ciervos y jabalíes, además de aves como cisnes, grullas y garzas, que solían visitar los manantiales termales para curar sus patas o alas heridas. Es así como los humanos aprendieron a apreciar los "dones" de este regalo de la naturaleza.
En épocas ancestrales se carecía de medicamentos apropiados para atender las diferentes enfermedades, razón por la cual esas aguas constituían el remedio para dolencias tan diversas como heridas, problemas gastrointestinales, neuralgias, artritis, reumatismo y traumatismos, entre muchas otras, además del valor terapéutico que los baños termales ofrecen para descansar en un lugar tranquilo y huir de la fatiga mental y física.
Por lo tanto, los baños termales son tratamientos que se emplean para ayudar a las personas a superar dolencias y sus beneficios están relacionados con el alto contenido de minerales disueltos en las aguas sulfurosas.

Historia del termalismo
En todos los tiempos y en la mayoría de los pueblos el agua ha desempeñado un rol fundamental, no tan solo para el desarrollo de la vida en general, sino más específicamente en cuanto a la actividad balnearia. El agua ya sea como tal, o en vapor, pura o con agregados medicinales, desde hace mucho tiempo atrás, ha tenido un protagonismo en la vida de las comunidades.
Sirve para la limpieza incluso la purificación de un culto, para evitar y tratar enfermedades, para refrigerar y calentar y por último con fines recreativos. A menudo estos diversos usos se combinan entre sí. Algunos investigadores relacionan la utilización del agua en el culto como la fase más primitiva. Sin embargo esto no puede generalizarse ya que muchos pueblos primitivos solían darse baños en ríos o lagunas con la finalidad de asearse o refrescarse.
El baño y la ablución de culto toman como principio la virtud expiadora del agua, para purificar el alma humana. A través de la historia, se puede observar que en los pueblos babilonios, egipcios, griegos y romanos, el agua como complemento del culto tiene una función muy importante. Brama, Buda, Zoroastro, Manú, Moisés y Mahoma utilizaron de distintas formas el simbolismo del agua. Estas prácticas todavía son muy significativas en las religiones musulmana -abluciones- e hindú. El mikvah de la religión hebrea ortodoxa y el bautismo de la católica se derivan de la inmersión ritual.

Las Aguas Termales
Existen dos tipos de aguas termales de acuerdo a su origen geológico, las magnéticas y las telúricas. El tipo de terreno del que aparecen es una de las principales diferencias entre ambas las aguas magnéticas nacen de filones metálicos o eruptivos, mientras que las telúricas pueden aparecer en cualquier lugar.
La temperatura de las aguas magnéticas es más elevada que la de la telúrica. La primera tiene por lo general temperaturas mayores a los 50º C, mientras que las de origen telúrico pocas veces lo hacen. Por otro lado, gracias a que las aguas telúricas son filtradas, estas poseen menor cantidad de mineralización que las magnéticas. Los elementos más comúnmente encontrados en las aguas magnéticas son arsénico, boro, bromo, cobre, fósforo y nitrógeno. Las aguas telúricas tienen por lo general bicarbonatos, cloruros, sales de cal y otros.
Una característica importante de las aguas termales es que se encuentran ionizadas. Existen dos tipos de iones, los positivos y los negativos. Contrario a su nombre, los positivos no le traen beneficios al cuerpo humano, y por el contrario, son irritantes. En cambio, los iones negativos tienen la capacidad de relajar el cuerpo. Las aguas termales se encuentran cargadas con iones negativos.
Clasificación de las aguas de acuerdo a su temperatura.
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Aguas Hipertermales Más de 45º C
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Aguas Meso termales o calientes De 35 º a 45º C
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Aguas Hipotermales o poco frías De 21 º a 35 º C
Algunas recomendaciones generales para el uso de las aguas termales son:
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Siempre es mejor consultar con su médico antes de utilizar la terapia con aguas termales en caso de que se encuentre embarazada o tenga alguna enfermedad.
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Evite bañarse solo en aguas termales, los adultos mayores las deben de usar con precaución y no las utilice si se encuentra bajo el efecto del alcohol o alguna droga.
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Si toma medicamentos para enfermedades del corazón tenga cuidado.
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No se sobrecaliente, manténgase bien hidratado y si padece de enfermedades de la piel que sean contagiosas, utilice piscinas privadas.

Propiedades Curativas
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Mejoran la alimentación de los tejidos del cuerpo en general, motivo por el cual aumenta el metabolismo.
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Estimulan las defensas del organismo.
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Depuran la sangre, eliminándose las toxinas y productos de desechos por la sudoración y diuresis que provocan.
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Estimulan las secreciones del tracto digestivo y del hígado, ayudando así a la digestión.
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Reactivan el metabolismo retardado en muchos reumáticos.
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Su poder analgésico y calmante de dolores de estas aguas es bien conocido.
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Relajan los músculos y por su acción revulsiva y resolutiva, actúan sobre los edemas, tumefacciones y procesos crónicos fibrosos.
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Sedan el sistema nervioso, siendo un sedante y relajante, ideal para el stress y el ritmo de vida actual.
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Reconstituyen y tonifican.
Las aguas termales ejercen acción miorelajante, sobre las contracturas y rigideces neuro-músculo-osteo-articular, de importancia en los tratamientos de rehabilitación y reeducación músculo esquelética.
Su efecto sobre todo tipo de reumatismos (inflamatorios, degenerativos, no articulares, metabólicos) en algunos casos llega a ser notable.
Enfermedades crónicas de la piel
Enfermedades respiratorias leves.